Directorio y Colaboradores

María Teresa Chomalí Acuña

Empresaria
Presidenta de Fundación La Familia Hay Una Esperanza
y directora de ENOC

A los 16 años de edad, María Teresa comenzó a participar en grupos de oración y también en la instancia dedicada a los jóvenes, que posteriormente pasó a institucionalizarse como Fundación La Siguiente Generación.

En 1981, inició su trabajo en las distintas fundaciones que trabajan mancomunadamente bajo esta misma visión. En este contexto, ha ejercido distintas responsabilidades: presidió durante 16 años el equipo de Relaciones Públicas, dedicado a organizar y preparar todos los eventos, como seminarios, charlas, cenas de autoridades e incluso bingos. Durante ese mismo periodo, organizó la entrega de canastas familias, que ayudan a hogares de todo el país. En su labor con los jóvenes y niños, inició el trabajo de “Obras de Teatro y Coros”, para los Seminarios de la Familia y las navidades, y también trabajó en el Servicio de Extensión, que se encarga de las publicaciones y material audiovisual de la fundación.

En 1988, comenzó a coordinar grupos de oración, para reunirse con familias y amigos promoviendo los valores y principios de Dios. Y hoy es la responsable de ayudar y orientar estas instancias en las ciudades de Chillán, Los Andes y Viña del Mar; once grupos de oración en Santiago y uno en Paraguay.

Como directora de Fundación ENOC, ha sido parte de la organización del Encuentro Nacional de Oración; también ha sido invitada en tres oportunidades al Desayuno Nacional de Oración en Washington, en representación de nuestro país, encuentro que es encabezado por el Presidente de Estados Unidos.

Y en 2008, asumió la presidencia de Fundación la Familia Hay una Esperanza, con un servicio laico. Bajo una visión bíblica y la formación que ha recibido del doctor en teología Néstor Soto Godoy, María Teresa entrega consejería personal y ayuda a matrimonios y familias con graves dificultades, orientándolos a la solución de sus conflictos. Ella es una convencida de que el amor de Dios puede restaurar los lazos familiares, por lo cual ha trabajado incansablemente por la extensión de los valores y principios.

Durante los últimos años, ha sido la expositora de los seminarios anuales de Fundación La Familia Hay Una Esperanza, para compartir temas como: “El amor de Dios”, “El perdón”, “La esperanza”. Encuentro que en su última versión convocó a más de mil asistentes, tanto de Chile como del exterior. Y también ha sido invitada a dar charlas sobre los valores de la familia a colegios e instituciones, como la Academia Politécnica de la Armada y la Escuela Militar.

Junto a lo anterior, a través de Fundación La Familia Hay Una esperanza, María Teresa coordina una completa área de servicio social para apoyar a hogares vulnerables, tanto con el programa de canastas familiares que se encuentra en plena expansión, como los almuerzos solidarios, en distintas instituciones de beneficencia, campañas de invierno y de ayuda.

Actualmente, también es directora de Fundación ArtLabbé y asesora de Fundación El Nombre, todas entidades que buscan promover valores en las distintas áreas.

Sobre la visión de ENOC, María Teresa comenta: “Ha inspirado mi vida. Recurrir a la oración de dos o tres, de la que habla Jesús, es muy importante para la nación y para el mundo, pues se realizan rogativas por el presente y el futuro de los países, y por sus líderes, desde los padres hasta un Presidente de la República. No es común encontrar instancias donde se promueva orar por esos motivos y por medio de ENOC vi que Dios sí nos había enseñado una manera espiritual de apoyar el progreso de las naciones; sin armas, sin luchas, sino que con armas espirituales, como es la oración. De ahí en adelante seguí a mi gran amigo Néstor, quien también creó Fundación La Familia Hay Una Esperanza, y me inspiró para poder presidirla. La familia es fundamental, es el crisol más importante de la sociedad, un puntal clave para la sanidad de los pueblos. Cuando la familia está sana, los pueblos son sanos. Entonces hay que partir primero de ese núcleo para llegar a lo macro”, resalta.

“Mi gran amigo Néstor ha sido una inspiración y un ejemplo. Es un hombre con gran sabiduría, que ha estudiado profundamente lo que Dios dice sobre distintas circunstancias de la vida y él personalmente me ha enseñado mucho acerca de la Biblia, de quién es Jesús, de cuán importante es tener amigos por toda la vida. Nosotros somos amigos ya por 40 años, y ese lazo está intacto gracias a la unidad que Cristo nos enseña”, destaca Maite.

 

Volver atrás

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”

Mateo 7:7-8